Los Condes de Champaña

La emoción se hace sentir

La leyenda del origen, «que debe leerse», acerca de ‘Comtes de Champagne’ (Condes de Champaña) que data del siglo XVI, se convirtió en un maravilloso relato cuya realidad se mezcla con la imaginación y la poesía del narrador. Para conservarla no le hacían falta pruebas, ni precisiones históricas; es más bien una historia emocional con múltiples adaptaciones que ha sobrevivido hasta nuestros días. Por eso, la brillante leyenda de Teobaldo IV el Trovador se une a la del selectivo cuvée de los Condes de Champaña de Taittinger.

Retrato de Teobaldo IV

La leyenda Teobaldo IV

Conquistador y poeta

En un Condado de Champaña próspero y potente, el Conde Teobaldo IV, rey de Navarra, encarnó él solo, de 1222 a 1253, el apogeo del esplendor político, económico y artístico de Champaña.

Rey, señor, administrador, poeta, cancionero, conquistador, explorador: Teobaldo IV fue todo esto al mismo tiempo. Seducido por el amor cortés de Blanca de Castilla, madre del futuro San Luis, tuvo que marcharse a la cruzada en 1239. Volvió de Oriente con dos tesoros aún desconocidos del mundo cristiano: una rosa de Damasco y una planta de un nuevo cepaje, antecesor del Chardonnay. En ese momento comenzó a escribirse la leyenda de Taittinger...

Sello de Teobaldo IV
Teobaldo IV el Trovador
La rosa de Provins

La elaboración del Comtes de Champagne

La Côte DES BLANCS

Espíritu, vivacidad, finura y elegancia

El Comtes de Champagne Blanc de Blancs obtiene su fuerza y su elegancia de un terreno de excepción, la Côte des Blancs.

Situado al sur de Epernay, sus laderas dominan la llanura de la Champaña caliza. Con un 95 % de Chardonnay plantado, sus uvas blancas permiten elaborar champagnes con aromas ligeros y delicados, llenos de espíritu y vivacidad.

La exigencia absoluta

Un chardonnay sublime

En homenaje a los Condes de Champaña y en concreto, a Teobaldo IV, cuyo sello marca todas sus botellas, Champagne Taittinger creó en 1952 un cuvée único y muy valioso, el Comtes de Champagne Blanc de Blancs.

Su ensamblaje está realizado únicamente a partir de uvas de chardonnay, procedentes de Grands Crus de la Côte des Blancs (Avize, Cramant, Chouilly, Mesnil-sur-Oger y Oger), un terreno de excelencia para esta variedad en Champaña.

En el silencio subterráneo de las canteras de caliza de Saint-Nicaise, solo se escuchan los ecos de los agitadores …

"Deme Taittinger blanc de blancs... No es muy conocido, pero es el mejor champagne del mundo. "
James Bond,
en Casino Royale,
por Ian Fleming, publicado en 1951
Comtes de Champagne

Cuvées Míticos

Los cuvées Comtes de Champagne Taittinger forman la quinta esencia del estilo de la Casa. Blanc de Blancs o a veces Rosé, de los mismos años de excepción, algunos millésimes se hacen intemporales y entran a formar parte de la leyenda de lo más excepcional que se puede producir en Champaña. La obra se hace realidad cuando el champagne solo hace vibrar al paladar al ritmo de emociones únicas, pero llega hasta el alma y marca la memoria de una vida...

Comtes de
Champagne
blanc
de blancs

Grands Crus

El Comtes de Champagne Blanc de Blancs, la expresión más perfecta del estilo de la Casa Taittinger, es un cuvée millésimée, elaborado con un 100 % de uvas blancas de las viñas de los 5 viñedos de Grands Crus de Chardonnay (Avize, Chouilly, Cramant, Oger, Mesnil-sur-Oger).

Este cuvée se elabora únicamente con el vino del primer prensado. Una pequeña proporción del ensamblaje (5 %) añeja en barrica de roble nueva, matizando así la armonía del conjunto de notas tostadas tan delicadas. Con estos chardonnays, que son la joya de estos terrenos, Taittinger se muestra paciente, ya que el Comtes de Champagne Blanc de Blancs espera 10 años en las galerías de piedra caliza de Saint-Nicaise hasta poder salir a la luz y deleitar los paladares.

Comtes de champagne Blanc de Blanc Taittinger

Comtes de
Champagne
blanc de
blancs 2008

Un Comtes de Champagne Espectacular

El año 2008 resume a la perfección las características de nuestro clima continental, cálido y frío a la vez. Comtes 2008 es el ejemplo de este clima de contraste, entre el sol y el frío, y muestra de manera cristalina e intensa los terruños de caliza de los Gran Reserva de Côte des Blancs a los que debe su identidad, su aspecto y su precisión.

Comtes de champagne Blanc de Blanc Grands cru 2007 Taittinger

Comtes de
Champagne
Rosé

Este cuvée, millésimée, solo se elabora en los años de excepción, cuando se consiguen los criterios cualitativos más exigentes.

El Comtes de Champagne Rosé, elaborado con un 30 % de Grands Crus de Chardonnay de la prestigiosa Côte des Blancs y un 70 % de Pinot Noir obtenido de Grands Crus de la Montaña de Reims, debe el secreto de su rareza al 15 % de vino tinto que incluye su ensamblaje. Este cuvée, el más único de la Casa, tiene un estilo afrutado, sedoso y suave en boca, convirtiéndose en un lujo y una delicia que solo se puede degustar a pequeños sorbos. Otra gran leyenda, Rudolph Noureev, decía: «cuando bebo Comtes de Champagne rosé, ya no bailo, vuelo… ».

Comtes de champagne Rosé Taittinger

Comtes de
Champagne
Rosé 2007

Tiempo, un ingrediente mágico

El Comtes Rosé extrae nobleza de su larga crianza en las bodegas declaradas Patrimonio de la UNESCO. Durante este tiempo, este vino con una composición pura y exigente, se refina para lograr un equilibrio sedoso y sabroso, hasta que se derrita por completo en una multitud de partículas de bayas rojas pequeñas, ligeramente asadas. Una maravilla que sabe cómo casarse perfectamente con un plato singular como una paloma aún rosada, gracias a su equilibrio entre frescura y estructura.

Comtes de champagne Rosé 2006
Comtes de champagne Millésimes de Légende

Comtes de
Champagne
Antiguos Millésimes

Un Comtes de Champagne es único. Los criterios seleccionados para su elaboración excluyen una producción a gran escala.

Desde su primer cuvée en 1952, solo han salido a la luz 35 millésimes. Los Comtes de Champagne Blanc de Blancs y Rosé son excepcionales vinos de guarda, que resisten al tiempo sin influir en sus cualidades temporales ni territoriales. Entre ellos, algunos se han convertido en leyendas y solo se pueden catar escuchando a quienes ya lo hicieron.

BAJO EL SELLO SE CREA...

El reinado de los Condes de Champaña comenzó en 956 y se prolongó hasta 1284, fecha en la que el Condado de Champaña se unió al Reino de Francia al no tener descendencia.

Inicialmente bajo la influencia de los Condes, se desarrollaron las ferias de Champaña entre varios pueblos de la región. Las ferias se organizaban 6 veces al año y rotaban entre 4 pueblos: Bar-sur-Aube, Lagny, Troyes y Provins. Las ferias revivieron la economía local y convirtieron a la región de la Champaña en un importante centro comercial en Europa. La prosperidad que vino con este comercio, permitió que se proporcionara apoyo financiero a las órdenes religiosas y a las cruzadas a Tierra Santa.

La Corte de Champaña se convirtió también en el teatro de la expresión artística de la época. Teobaldo IV, Conde de Champaña de 1222 a 1253, encarnó sin duda este aspecto del esplendor del Condado. Caballero, administrador, poeta, cancionero, músico, conquistador, explorador: Teobaldo IV fue todo esto al mismo tiempo. Alojado muy joven en la corte del Rey de Francia, se encontró con los trovadores (poetas épicos del norte de Francia) invitados a la Corte por Blanca de Castilla, su prima y la madre del futuro San Luis. Blanca de Castilla fue Reina de Francia, con solo 13 años más que Teobaldo; en ese entonces se rumoraba que él se había enamorado en secreto de ella. Este amor cortés inspiró al joven caballero a reflejar sus sentimientos en poemas y canciones.

En la Corte, los rumores sobre la afección del Conde por su Reina se extendieron rápidamente. A Teobaldo no le quedó otra opción que partir a la cruzada para reafirmar su lealtad a su soberano. Ya coronado como rey de Navarra en 1234, partió a Tierra Santa en 1239. De esta cruzada por Oriente, volvió con dos tesoros aún desconocidos del mundo cristiano. De una parada en Chipre trajo unas plantas de viña, cuyo vino le encantó. Se puede decir que estas plantas que Teobaldo hizo plantar en sus tierras de Epernay y Sézanne son el antecesor de nuestro Chardonnay. De Damasco, también trajo una variedad de rosa roja, la Damascena, cultivada en el valle del río Jordán. Los jardineros supieron cultivarla en lugar de la rosa gallica, común en la época. De aquí es de dónde salen todas las rosas hoy en día en Europa.

La simbiosis entre los Condes de Champaña y la Casa Taittinger siempre ha sido evidente. La historia está relacionada desde la creación de la marca con la firma de la Casa Taittinger. Los Condes de Champaña dieron su nombre al cuvée más prestigioso de la Casa (con la autorización del Conde Guillermo, el último descendiente de los Condes de Champaña). La Residencia de los Condes de Champaña, un gran lugar de recepciones en los tiempos de Teobaldo IV pertenece desde 1932 a la Casa Taittinger, que la restauró durante años para devolverle su lujo de antaño. Finalmente, más de 800 años después de la muerte de Teobaldo, Claude Taittinger, quien escribió un libro sobre el Conde poeta y editó un disco con sus composiciones encontradas.

UNA ALQUIMIA DE GRANDS CRUS

El Comtes de Champagne Blanc de Blancs, la expresión más perfecta del estilo de la Casa Taittinger, está elaborado con un 100 % de uvas blancas de Chardonnay, procedentes de la prestigiosa Côte des Blancs.

Esta región vitícola de Champaña es sin duda la más conocida, con un 95 % de Chardonnay plantado. Las uvas blancas se desarrollan perfectamente en sus suelos de tierra caliza, gracias a los cuales consiguen un gran acabado aromático. La Côte des Blancs se extiende en unos 20 km, al sur de Epernay. La creta aflora por todas partes, formando una verdadera reserva de agua y de calor muy útil, bajo la doble influencia climática oceánica y continental. Las vides están principalmente orientadas al este para así protegerse de los vientos dominantes del oeste y se plantan en las laderas, optimizando las horas de sol.

En el centro de esta Côte des Blancs, hay 5 viñedos de excepción que producen los Grands Crus de Chardonnay: Cramant, Avize, Chouilly, Oger y Mesnil-sur-Oger. Solo las uvas procedentes de las cosechas excepcionales de estos Grands Crus se utilizarán en la elaboración del Comtes de Champagne. Para conseguir lo mejor de cada viña, el trabajo es manual y respetuoso con el medio ambiente y el ritmo de la naturaleza. La recolección solo se realiza cuando se ha alcanzado la maduración, con el máximo cuidado de los hombres que recogen y seleccionan los racimos. Considerada como la mejor expresión de la Côte des Blancs, la elaboración del Comtes de Champagne es ante todo, la fruta del saber hacer, de la pasión y de la exigencia de los bodegueros. Desde hace mucho tiempo, el objetivo de los trabajadores de las viñas de la Côte des Blancs Taittinger es conseguir la excelencia…

Cada terreno se prensa de forma individual, para así mantener intactas las características específicas. Solo se utiliza el mosto del primer prensado, una garantía absoluta de finura, pureza y riqueza aromática durante el añejamiento. Con el arte del bodeguero, la armonía del ensamblaje dará lugar al nacimiento del Comtes de Champagne. Para resaltar la armonía de las notas tostadas tan delicadas, una pequeña proporción de este ensamblaje (5 %) añejará durante 4 meses en barricas de roble nuevas, renovadas por tercios cada año, procedentes de las tonelerías Seguin Moreau en Cognac y Rousseau en Borgoña. Después, actuará el tiempo necesario y la paciente transformación del vino, en el silencio subterráneo de la galería de piedra caliza de Saint-Nicaise, donde solo se escucha el eco de los pasos...

LA FELICIDAD ES ÚNCIA

Un Comtes de Champagne es único ya que los criterios elegidos para su elaboración excluyen una producción a gran escala, anteponiendo siempre la calidad a la cantidad.

Pierre-Emmanuel Taittinger, presidente de la Casa Taittinger, resume perfectamente el espíritu: «Nunca elaboraremos mucha cantidad de Comtes de Champagne porque las características técnicas que hemos adoptado para que este cuvée sea un gran vino, son muy exigentes. El Comtes de Champagne, una combinación de fuerza y elegancia, resplandece la eterna juventud que le proporcionan los mejores Chardonnays de nuestra región». Desde su primer cuvée en 1952, un año milagroso tras dos años de vendimias mediocres, solo han salido a la luz 48 millésimes. Entre ellos, algunos se han convertido en verdaderas leyendas y solo se pueden catar escuchando a quienes ya lo hicieron. La calidad es tan destacable en los Chardonnays que tienen las características típicas de los mejores años: elegancia, finura y potencial de añejamiento.

El Taittinger Comtes de Champagne Blanc de Blancs, elaborado en las galerías galorromanas de piedra caliza de la antigua abadía Saint-Nicaise en Reims, se beneficia durante todo el proceso de una sucesión de grandes cuidados. Elaborado al 100 % con Chardonnays obtenidos de los 5 viñedos clasificados como Grands Crus de la Côte des Blancs, el cuvée solo se elabora cuando la cosecha cuenta con una calidad excepcional y digna de ser un millésimée. Solo se utiliza el vino del primer prensado (la «cuvée»), una garantía absoluta de delicadeza. Entre los vinos de la composición del Comtes de Champagne, el 5 % ha añejado durante 4 meses en barricas de roble nuevas (renovadas por tercios cada año), realzando así las cualidades intrínsecas del ensamblaje final con notas tostadas. Tras un largo y paciente añejamiento, hasta 10 años a 18 metros bajo tierra, las prestigiosas botellas salen a la luz.

Nikita Khrouchtchev, al degustar un Comtes un cuvée de 1955, invitado por el General de Gaulle en Reims, dijo: «¡esto no lo tenemos en nuestro país! »

Ian Fleming, el autor de James Bond, fue un gran amante del Blanc de Blancs Taittinger. En su primera novela de la serie «Casino Royale», publicada en 1951, dijo a James Bond: «Dame Taittinger Blanc de Blancs… No es muy conocido, pero es el mejor champagne del mundo». En la película «Desde Rusia con amor», en 1963, James Bond bebía Comtes de Champagne 1953, un millésime excepcional.

1952

Comtes de Champagne

El primer millésime de Comtes de Champagne salió a la luz. Después de dos años de vendimias mediocres, 1952 se convirtió en el año milagroso. Como si la naturaleza quisiera obtener el perdón, proporcionó todo aquello que se había reservado. La calidad fue destacable en los Chardonnays, con características típicas de los mejores años: elegancia, finura y potencial de añejamiento.

1961

Comtes de Champagne

Considerado como uno de los mejores millésimes del siglo en Champaña, 1961 disfrutó de un verano ideal en el que se alternaron el sol y el agua. El Comtes de Champagne 1961 fue denso, maduro, cremoso con aromas de chocolate y trufa. En boca, estructurado y amantequillado, para dar paso a notas mentoladas con un afrutado imaginario y concentrado.

1976

Comtes de Champagne

Gracias a una buena primavera y un verano muy cálido, con una vendimia precoz, se consiguió un millésime excepcional. El Comte Blanc de Blancs 1976 ofrecía un equilibrio único entre una gran finura y una corpulencia real.

1979

Comtes de Champagne

Los Chardonnays de 1979 tenían una potencia aromática excelente. El Comtes de Champagne de este millésime fue fiel a su estilo, mezclando notas refrescantes y cremosas de cítricos y de caramelo de mantequilla. Fresco y ligero, desprendía un maravilloso aroma de flores blancas.

1982

Comtes de Champagne

Un Comtes de Champagne con una riqueza exuberante y eufórica. Bajo su color pálido y elegante, en nariz desvelaba aromas de caramelo y café, con notas de mantequilla y miel. En boca, era carnoso y muy persistente.

1985

Comtes de Champagne

Más abundante de lo que se esperaba, la vendimia de 1985 ofreció una calidad destacable ya que Champaña disfrutó de un magnífico clima en Septiembre y Octubre. El color era dorado pálido, el bouquet fino y levemente cítrico. En boca, sorprendía su elegancia. Las notas de vainilla acompañaban una suavidad larga y tropical.

1995

Comtes de Champagne

Un color amarillo pálido con reflejos plateados. Burbujas con una delicadeza única. Un bouquet sutilmente cítrico y especiado que desprendía aromas vegetales y florales de tabaco rubio y hojas de té. A los primeros sabores de cítricos frescos y limón verde, sucedían, en un largo final, notas de vainilla. Único e inolvidable.

1996

Comtes de Champagne

El color fue amarillo muy pálido. El bouquet, intenso, expresivo, particularmente fino y complejo. Al principio, el vino desprendía aromas de flores blancas mezcladas con cera de abeja y luego, sutiles olores de limón y piña fresca. El sabor era muy vivo. Esta vivacidad seguía presente hasta el final con sabores cítricos dominantes y aromas muy delicados de flores secas y de tilos.

1997

Comtes de Champagne

Un color amarillo pálido y brillante, aromas sutiles de vainilla, flores de acacia y piel de limón. El sabor era cítrico, aportando vivacidad y frescor, con un final muy fino, complejo y persistente. Un champagne de gran clase que se diferenciaba por un excelente equilibrio general, un frescor muy presente y un excelente potencial de añejamiento.

1998

Comtes de Champagne

Un bonito color amarillo palo con reflejos plateados, finas y abundantes burbujas para este millésime intensamente fino y airoso al olfato, con delicados aromas de flores blancas y minerales, acompañados de notas de almendras frescas, vainilla y un toque sutil de madera resinosa. El sabor tenía primero un gran frescor con un predominio de cítricos, de piel de limón y de pomelo, después se hacía ligeramente acidulado y muy equilibrado. El final era vivo, largo y complejo. Los aromas eran de briochés tostados.

1999

Comtes de Champagne

Al asociar delicadeza y frutos generosos al frescor y la armonía, este millésime ofrecía un magnífico potencial de añejamiento. Su color era amarillo paja claro. En nariz, muy fino y airoso, se abre a una mezcla de aromas minerales y tostados. Le sucedían ligeras esencias de madera fina a las que le hacían eco delicadas notas de brioché y vainilla. El sabor era fresco y suave y daba paso a un delicioso vino en el que dominaba la suavidad del afrutado pomelo rosa y del melocotón blanco. El final que se revelaba era sabroso y largo, y no faltaba ni equilibrio ni armonía.

2002

Comtes de Champagne

En el año 2002 se obtuvo un buen millésime, con Chardonnays largos, suaves y muy aromáticos. El Comtes de Champagne Blanc de Blancs 2002 estaba enriquecido por su tostado sutil, su delicadeza y su complejidad legendarias, y fue uno de los mejores millésimes de este cuvée. El color amarillo palo brillante era característico de los mejores Chardonnays. En nariz muy fresco y con una asociación de aromas mineralizados y de frutas azucaradas. Después, se revelaba rápidamente la delicadeza de una fruta dominada por la mandarina y la piel de naranja. De fondo se apreciaba un sutil tostado, con delicadas notas de madera de árbol frutal. El ataque en boca era afilado y muy vivo, todo muy fresco. Los sabores eran amplios, untuosos e intensos. El afrutado se expresaba mediante una mezcla acidulada de mandarina suave y piña fresca, finamente compotada. El final, muy expresivo, denotaba complejidad, amplitud y energía.

2004

Comtes de Champagne

La vendimia de 2004 fue una de las más abundantes de la historia de Champaña y con una excelente calidad. Los Chardonnays obtuvieron magníficas cualidades: equilibradas, complejas, largas, frescas y tónicas. Al asociar la delicadeza y la intensidad aromática, el Comtes 2004 fue al mismo tiempo un placer, una promesa e incluso con mayor potencial. El color era amarillo pálido. En nariz, muy puro, con un contraste entre una intensidad afirmada y una finura que se revelaba con aromas de pera, ciruela, flor blanca. La intensidad se expresaba en la fase olfativa con una riqueza aromática y la maduración de un vino con la expresión de su potencial. En boca era vivo, dominado por sabores de piel de limón confitado y piña fresca. En el paladar era fresco, y dominaban las impresiones de generosidad, con notas de cítricos como el pomelo. El final, acidulado, expresaba una gran amplitud.

2005

Comtes de Champagne

Un año en general muy cálido y seco que ofreció Chardonnays de excelente calidad con frescor, mineralidad, pero también generosidad y amplitud. El Comtes de Champagne Blanc de Blancs 2005 fue un champagne muy expresivo, generoso, con amplitud y complejidad. Su estructura y su riqueza lo predispusieron a una guarda interesante. Con un color amarillo palo y burbujas muy ligeras y abundantes, en nariz era muy intenso y ofrecía notas cremosas de crema pastelera, una gran riqueza aromática. El final de la nariz estaba acompañado con un ligero y reducido tostado. En boca era franco con una buena tensión, estructurada y con un tacto de madera de árbol frutal. En el paladar era goloso, suave con sabores de frutas maduras como el pomelo rosa. El final era largo, rico, complejo y siempre acompañado de un buen frescor.

2007

Comtes de Champagne

Este año 2006 fue en general muy caluroso, los Chardonnays desvelaron aromas ricos y complejos de frutas blancas y cítricos, además de flores blancas y una buena mineralidad que le proporcionó finura y elegancia. El Comtes de Champagne Blanc de Blancs 2006 fue un champagne maduro y fino al mismo tiempo, con un fuerte potencial aromático, dejando entrever una guarda interesante. El color era amarillo muy pálido. En nariz se abría a un afrutado fresco y de mandarina. Después, aparecía la madurez con características de frutas maduras y pasteleras, pasas y frutas confitadas. En boca era muy vivo y suave al mismo tiempo. En el paladar era suave, carnoso, rico en sabores como el pomelo. El final seguía siendo fino y con una amplitud con toque especiado que recordaba al regaliz.

2008, UN AÑO SORPRENDENTE

El invierno fue largo y muy frío, con escasas precipitaciones. Y la primavera suave y húmeda, con poco sol. En la primera quincena de junio se produjo la floración con unas temperaturas bastante frías.

La maduración lenta y regular, estuvo acompañada de temperaturas bastante frías y de algunos episodios de lluvia. La vendimia se realizó entre el 15 de septiembre al 10 de octubre bajo el sol, con temperaturas relativamente frías, lográndose racimos maduros y muy sanos.

Características de los vinos: frescor, tensión, pureza, salinidad, sutileza y precisión aromática.

 

UN VINO QUE ES IDEAL PARA ACOSTARSE

2007 es una añada de un éxito rotundo. 

Todos los sentidos vibran gracias a su madurez: tono asalmonado con reflejos cobrizos, burbujas finísimas y duraderas, nariz con notas a puré de fresas, limón verde y regaliz, matizada por un toque de café torrefacto y de grano de cacao. En boca, sorprende la variación de sensaciones golosas. El ataque es fresco, preciso y tenso, abre paso a la percepción de una estructura vinosa flexible y degradada. Al final percibimos un toque afrutado realzado por un delicado frescor salado. El Comtes de Champagne Rosé 2007 sigue los pasos de sus predecesores, la pureza de su estructura aromática precisa y golosa augura una excelente guarda.

2007

Comtes de Champagne

La vendimia comenzó el 30 de agosto bajo un viento frío y seco, permitiendo así una cosecha sana y de calidad. Los chardonnays, francos y finos, dejaban entrever un potencialexcepcional entre cítricos y frutos blancos. Sinónimo de un momento excepcional, la apertura de este Millésime 2007 mantiene todas sus promesas. Su color dorado y brillante con refl ejos verdes, característico del chardonnay, se ve atravesado por un cordón de burbujas fi nas y persistentes.Su olor es delicado y suave, una mezcla de fl or blanca y de minerales con aromas generosos de pera de Anjou y de uvas blancas secas. A esta percepción afrutada se añaden sutiles toques anisados y ahumados de fondo. En boca, el ataque es vivo, con una complejidad de sabores de limón y de salinidad. En una segunda fase, se aprecia una sensación de frescor compleja y suave, un perfecto equilibrio entre la madurez y la redondez. El final desvela una buena duración, acidulada, en armonía con suaves notas de mantequilla salada.

2008

Comtes de Champagne

2008 es la expresión perfecta de nuestro clima continental en Champagne, que es a la vez cálido y fresco. Comtes 2008 lleva en sí esta climatología tan contrastada, entre sol y frescor, que revela de forma cristalina e intensa el terruño calcáreo de los Grands Crus de la Côte des Blancs del que extrae su identidad, su encanto y su precisión.

2011

Comtes de Champagne

Blanc de Blancs

Ce millésime 2011 très contrasté, marqué par sa précocité et sa sècheresse printanière a forcé le réseau racinaire de la vigne à aller chercher profondément dans les sols, l’eau nécessaire à son bon développement faisant naître un Comtes de Champagne voluptueux empreint de vérité.

2012

Comtes de Champagne

Blanc de Blancs

Ce millésime 2012 se caractérise par une succession d’accidents climatiques particulièrement éprouvants pour la vigne :  des périodes de gel en février après une période de douceur en mai puis des chutes de grêle qui toucheront plusieurs secteurs d’avril à juillet. Suivra un bel ensoleillement sans excès, couplé à de faibles rendements permettant d’atteindre un niveau de maturité rare faisant naître un Comtes de Champagne harmonieux et équilibré.

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